El Partido Justicialista Nacional de la República Argentina surgió en 1946 como continuador del Partido Único de la Revolución y luego se consolidó por la fusión de los partidos Laborista, Unión Cívica Radical Junta Renovadora y el Partido Independiente, todos creados en 1945. Desde sus orígenes, tomó como banderas la soberanía política, la independencia económica y la justicia social, quedando muy ligado a la clase obrera y a los sindicatos.

“El 23 de mayo de 1947 Juan Domingo Perón anuncia la unificación de todos los espacios peronistas en un solo partido. Un hito fundacional de nuestro Partido Justicialista”, sostuvieron desde las redes del PJ que encabeza Cristina Fernández de Kirchner.

La personería jurídica bajo la denominación actual se obtuvo en 1971, tras la sanción de la Ley de Partidos Políticos N.º 19.102, cuyo artículo 21 prohibió incluir designaciones personales en el nombre de las fuerzas políticas, obligando así a abandonar la etiqueta de Partido Peronista. Desde entonces, el PJ consolidó su identidad como fuerza popular junto a la Unión Cívica Radical.

En el plano institucional, el justicialismo llegó por voto popular a la Presidencia en diez ocasiones: Juan Domingo Perón (1946, 1951 y 1973), Héctor José Cámpora (marzo de 1973), Carlos Saúl Menem (1989 y 1995), Néstor Kirchner (2003), Cristina Fernández de Kirchner (2007 y 2011) y Alberto Fernández (2019). Además, tres veces un justicialista asumió por vía del Congreso tras renuncias o fallecimientos, mientras que gobiernos como la Revolución Libertadora de 1955 y el Proceso de Reorganización Nacional de 1976 proscribieron al partido y suspendieron su participación electoral.

Hoy, con más de 3,2 millones de afiliados en 18 provincias y liderazgo en seis distritos bajo el Frente de Todos y Unión por la Patria, el justicialismo se erige como principal oposición al gobierno de Javier Milei. Tras la renuncia de Alberto Fernández a la presidencia del partido en agosto de 2024, Cristina Fernández de Kirchner asumió el 11 de diciembre, renovando así la conducción de una fuerza que, a 78 años de su fundación, mantiene viva la consigna de justicia social que le dio origen.