En un encendido acto en Paso de los Libres, Corrientes, Cristina Fernández de Kirchner volvió a mostrarse ante la militancia peronista y lanzó duras críticas contra el Poder Judicial y el gobierno nacional, en medio de los rumores sobre una inminente detención tras la ratificación de su condena en la causa Vialidad. La ex mandataria oficializó su respaldo a la candidatura a gobernador del intendente local, Martín “Tincho” Ascúa, y aprovechó el escenario para contestar a quienes buscan proscribirla.

“Salió el anuncio y se desataron los demonios. Si estoy tan acabada y acorralada, ¿por qué no me dejan competir y me derrotan políticamente? Dale, mirá cómo tiemblo”, ironizó Cristina, quien confirmó días atrás que será candidata a legisladora provincial por la Tercera Sección Electoral. En su discurso, advirtió que desde su postulación “comenzaron a pedir desde todos lados que me metan presa”, en un operativo que vinculó directamente al resurgimiento de su figura.

La ex presidenta trazó un paralelismo con la historia del peronismo y volvió a recordar el intento de magnicidio que sufrió en 2022: “Me gatillaron en la cara porque me quieren presa o muerta”. Afirmó que junio es un mes marcado por tragedias para el movimiento: “El lunes vamos a homenajear a los fusilados de José León Suárez y después se cumplen 70 años de los bombardeos a Plaza de Mayo”.

Cristina reivindicó su nuevo rol como candidata y rechazó el desprecio de sectores que ven su postulación como un retroceso político: “Perón fue candidato a vicegobernador en el ‘62. Cada uno tiene que estar donde más sirve para devolver al pueblo un poco de felicidad”. Además, cuestionó duramente el modelo económico de Javier Milei: “Es una remake bastante ineficiente de lo que fue la tablita de Martínez de Hoz y la convertibilidad de Cavallo”.